Amigo de todo un pueblo y ejemplo de una generación.

En nuestro intento por escribir parte de la historia de Manzanillo nos encontramos con una persona que aunque no era manzanillera fue parte de nuestra comunidad desde su fundación. Federico Tertulien (Lily), oriundo de la cuidad de Montecristy junto a Santo Gabot fueron los primeros choferes que contrató la Grenada Company, compañía bananera que comenzó sus operaciones en Ranchito Grande Montecristy (1943) y construyó lo que hoy se conoce como Manzanillo. El el camión ficha F41 transportó muchas de las personas que se trasladaron a trabajar en la construcción de Manzanillo, los cuales se convirtieron en los primeros que poblaron la recien nacida comarca, luego de terminadas las construcciones se convirtió en el chofer de la ambulancia. A la salida de la Grenada, Lily utilizando una guagua Volkswagen 1968 se dedicó a transportar pasajeros desde Manzanillo a Montecristy y viceversa. Desde esta plataforma, utilizada por todos los que componian la sociedad, fue que realizó su labor altruísta, la cual queremos reconocer en este momento, era común en su labor el servir a los demás, sin mirar condiciones economicas, Darle bola a alguien que no tenía en ese momento para pagar el pasaje, traer medicamentos desde montecristy sin cobrar nada por el servicio, servir de mensajero en algún momento, su gran sentido de solidaridad lo convirtió sin darse cuenta en uno de los seres humanos más querido de nuestra comunidad. Conocido y respetado por todos, porque vivia para servir sin importar desde donde viniera la necesidad, siempre dijo yo estoy aqui, para servir.

Casado con la señora Guillermina Marichal, procearon a Federico, Cesar, Julian (ido a destiempo), Ernesto y Rosa Maria. Doña Guillermina fue una de las primeras maestras que impartió docencias en Manzanillo, en la antigua escuela Ranfi hoy Jose G. García, y se destacaba por ser una de las mejores educadoras de la región.

Ojalá esta breve historia nos despierte el sentido de vivir para servir a los demás, para ser más honestos, más solidarios, mejores ciudadanos y si es posible, para ser tan buen padre como lo fue este señor.

Manzanillo debe recordar siempre personas como Lili, que demostró ser amigo de todo un pueblo y ejemplo de una generación.